
Dios puede ser más que Dios? No, no cambia. Él es el gran "Yo soy".
Jesucristo es el mismo ayer, hoy y siempre! No hay excusas para nuestros pecados, ni poner en entredicho la norma. Él no ignora nuestra rebelión. En lugar de despedir a nuestro pecado, Él toma e, increíblemente, las penas como propias. A la santidad de Dios es un honor. Nuestros pecados son castigados. Y nosotros, los redimidos. Dios hace lo que puede hacer para ser lo que no nos atrevemos a soñar: perfecto.
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