Muchas veces me pregunté porqué muchos líderes y pastores pueden jugar al golf, andar en cruceros, trabajar un día a la semana y pasear por el mundo, mientras que a mi Dios me pide que permanezca enfocado, que no me distraiga. "Todos pueden...tu no", me dijo el Señor una vez. "Tu me has pedido cosas grandes...no puedes darte el lujo de distraerte".
Allí es cuando entendí que hay un nivel donde ya ...no mides tu tiempo por lo que es pecado y lo que no lo es, sino en lo que suma a tu llamado y lo que no. Hay cosas que no podemos darnos el lujo de hacer.
Leí hace poco que los ciudadanos de los Estados Unidos no le perdonaron al ex Presidente Geroge W. Bush que se fotografiara jugando al golf en Camp David.
Dicen que eso hizo que perdiera el respeto aún de aquellos republicanos que lo habían votado.
Bush enfadado preguntó a sus asesores:
- Es acaso un pecado jugar al golf?, acaso un Presidente no se gana el derecho de tener un día libre? Porqué no les molestaba que Clinton anduviera en motocicleta o Reagan se fotografiara con celebridades de Hollywood, mientras que a mi me condenan por una simple foto jugando al golf?
- Porque cuando Clinton andaba en moto o Reagan se fotografiaba con Madonna, no estábamos en guerra, señor -respondió su secretario- No se imagina lo irritante que puede resultarle a una madre que perdió a su único hijo en Irak, el ver a su Jefe de las Fuerzas Armadas jugando al golf. Para su luto y su dolor no hay domingos ni días libres. Ella le ofrendó a su hijo confiando en que usted hacía lo correcto, lo mínimo que usted puede hacer es corresponderle en su esfuerzo, trabajando cada minuto, de cada día de cada año que perdure en el poder, ese mismo poder que ordenó que su hijo fuera parte de las tropas en Irak.
De eso se trata, estamos bajo fuego. Mientras que hay miles de jóvenes que se pierden a diario, miles de almas que mueren sin Dios, los ministros no podemos darnos el lujo de distraernos. Lo mínimo que podemos hacer es trabajar cada minuto, de cada día, de cada año que perduremos en el Ministerio. Ese mismo Ministerio por el cual rogamos por tanto tiempo...(Dante Gebel)
Allí es cuando entendí que hay un nivel donde ya ...no mides tu tiempo por lo que es pecado y lo que no lo es, sino en lo que suma a tu llamado y lo que no. Hay cosas que no podemos darnos el lujo de hacer.
Leí hace poco que los ciudadanos de los Estados Unidos no le perdonaron al ex Presidente Geroge W. Bush que se fotografiara jugando al golf en Camp David.
Dicen que eso hizo que perdiera el respeto aún de aquellos republicanos que lo habían votado.
Bush enfadado preguntó a sus asesores:
- Es acaso un pecado jugar al golf?, acaso un Presidente no se gana el derecho de tener un día libre? Porqué no les molestaba que Clinton anduviera en motocicleta o Reagan se fotografiara con celebridades de Hollywood, mientras que a mi me condenan por una simple foto jugando al golf?
- Porque cuando Clinton andaba en moto o Reagan se fotografiaba con Madonna, no estábamos en guerra, señor -respondió su secretario- No se imagina lo irritante que puede resultarle a una madre que perdió a su único hijo en Irak, el ver a su Jefe de las Fuerzas Armadas jugando al golf. Para su luto y su dolor no hay domingos ni días libres. Ella le ofrendó a su hijo confiando en que usted hacía lo correcto, lo mínimo que usted puede hacer es corresponderle en su esfuerzo, trabajando cada minuto, de cada día de cada año que perdure en el poder, ese mismo poder que ordenó que su hijo fuera parte de las tropas en Irak.
De eso se trata, estamos bajo fuego. Mientras que hay miles de jóvenes que se pierden a diario, miles de almas que mueren sin Dios, los ministros no podemos darnos el lujo de distraernos. Lo mínimo que podemos hacer es trabajar cada minuto, de cada día, de cada año que perduremos en el Ministerio. Ese mismo Ministerio por el cual rogamos por tanto tiempo...(Dante Gebel)
No hay comentarios:
Publicar un comentario