A través de la nutrición entramos en contacto con la naturaleza, pero este contacto puede hacerse de diferentes maneras. Tomas una manzana, la pelas con un cuchillo, la cortas en trozos y te la comes: tienes una determinada sensación. Si muerdes la manzana, tienes otra sensación.
Ahora bien, si vas a un huerto y acercas hacia ti la rama de un manzano y comienzas a morder una manzana sin arrancarla del árbol, tendrás otra sensación diferente: sentirás que este fruto está vivo, sentirás una plenitud, una alegría que el árbol mismo te transmite, porque está unido a la tierra y al cielo y extrae fuerzas de la tierra y del cielo. Mientras comes, estás directamente en contacto con una corriente de energías puras. Por mediación de su fruto, el árbol te ha puesto directamente en relación con el universo…con este ejemplo esta ligada nuestra relación con los demas, la manera más simple y poderosa para conectarse con otra persona, es escuchar. Tan sólo escuchar. Tal vez lo más importante que nos podemos dar el uno al otro, es nuestra atención. Un silencio puede tener mucho más poder al momento de sanar y conectarse, que las más buenas intencionadas palabras...
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