Los sueños son gratuitos..transformarlos en realidad tiene un precio...pagar el precio es aprender a tomar iniciativas que muchas veces otras personas no tomarían. Pagar el precio es sacrificar algo que tenga mucha importancia para tí...pagar el precio es mucho mas doloroso, tal vez sea difícil comprendernos y hasta aceptarnos, es necesario que exista una entrega de nuestra parte para que en el tiempo exacto estemos dispuestos a sacrificar algo por las personas: Cuando decimos. Señor heme aquí estoy dispuesta a cumplir con tu llamado y hacer tu voluntad, anclar tus caminos y vivir una vida de santidad por amor a tu nombre.
Querer la voluntad de Dios significa una lucha diaria contra nosotros mismos, contra nuestra propia voluntad, contra nuestra propia carne. Luchemos todos los días de nuestra vida, no es nada es fácil, pero vale la pena. vale la pena morir para que otros vivan, fue lo que Jesús hizo por nosotros, si queremos seguir sus pasos tenemos que tomar nuestra cruz y honestamente si yo tuviera que derramar muchas de mis lágrimas solo para que otros consigan sonreir pago el precio, como el un día pago por mi... Yo voy Señor.
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